La Santa Misa ha sido presidida por Fray Tomáš LESŇÁK, nuevo asistente general FEMO.
Fray Jude ha preparado y compartido su reflexión a partir la segunda carta a los Corintios, sobre nuestro ser creaturas nuevas en Cristo Resucitado. El Capítulo ha buscado dar una nueva lectura al camino de los hermanos, pero las indicaciones ofrecidas permanecerán letra muerta si no se viven en la fe, si no se brinda espacio a la fuerza del Espíritu Santo.
Fray Ryszard WRÓBEL, Delegado general de comunicaciones, ha presentado las últimas variaciones de las estadísticas. Puso a disposición de los Capitulares los datos del 2014, para hacer una comparación con la situación actual; se ha podido comprobar una disminución en el número de hermanos, pero permanecemos aun arriba de los 4,000 hermanos. También ha dado indicaciones sobre el sitio web de la Orden, sobre cómo encontrar las noticias y documentos en el mismo, que pueden ser de interés a los hermanos; en particular, existe la posibilidad de conocer la composición de las Federaciones y de las Jurisdicciones.
El Custodio del Sacro Convento de Asís Fray Mauro GAMBETTI ha intervenido para compartir con los Capitulares un marco general de lo que hoy representa el seráfico padre San Francisco; el mundo y la Iglesia tienen puesta una grande expectativa en el Sacro Convento, para que se anuncien los valores evangélicos vividos por nuestro fundador, proclamados hoy especialmente por el Papa Francisco. En la Custodia hay 64 hermanos, de los cuales 53 están en el Sacro Convento y sólo 22 provienen de Italia; se sigue necesitando de mucha ayuda, y para el futuro se pide a las Jurisdicciones ofrecer algunos hermanos. Por último, el Custodio ha donado a los Capitulares algunas fotos de la Basílica y de la Tumba de San Francisco en formato grande.
Después intervino Fray Jack MARDESIC de la Custodia provincial de San Buenaventura en Francia y Bélgica, a nombre de los Capitulares no sacerdotes, para recordar la importancia de la vocación religiosa como Profeso solemne, además de como Sacerdotes.
Se presentó en el aula la Carta dirigida a toda la fraternidad de la Orden por parte de los hermanos reunidos en este 202º Capítulo general. En ella se invita a todos los hermanos a ser signo de reconciliación; en armonía con toda la creación, queremos llevar la paz a muchos hermanos y hermanos que viven a nuestro lado, sobre todo a aquellos que experimentan la pobreza en las periferias del mundo.
Como último cometido, la asamblea ha elegido al Ecónomo general, confirmando a Fray Nicola ROSA de la Provincia de los Santos Nicolás y Ángel en Italia (Pulla); para el oficio de Exactor general ha sido elegido Fray Leszek ŁUCZKANIN de la Provincia de San Maximiliano M. Kolbe en Polonia (Gdansk). El Definitorio general elegirá más adelante otros hermanos y asesores laicos, para completar el equipo de Economía general.
Fray Carlos TROVARELLI, Ministro general, ha dirigido a los hermanos su saludo, agradeciendo a los Capitulares por el espíritu fraterno con el cual se ha vivido juntos este mes. Ha invitado a todos a la colaboración para así poner en acto todo lo que se ha propuesto y votado, particularmente para la apertura de nuevas presencias misioneras.
Después se tuvo el agradecimiento de todos los que, con su trabajo, han hecho posible la realización del Capítulo, por parte del Secretario general Fray Tomasz SZYMCZAK.
El Capítulo se concluyó alrededor de las 12:30 del día con la oración por los hermanos difuntos del último sexenio y la bendición del Ministro general.
Fray Aurelio ERCOLI, cronista
Mientras nos preparamos para terminar el Capítulo, escuchamos las palabras de la primera lectura que casi casi son como nuestro mandato. Somos embajadores de Cristo, a través de nosotros es el mismo Dios quien exhorta. Somos una nueva creación en Cristo. Ya no juzgamos a nadie según la carne.
Esta es la visión de un mundo nuevo en Cristo, que continúa revelándose hoy. Como heraldos y embajadores, proclamamos este mundo nuevo a todos con palabras y obras, para que el mundo pueda ser sanado en el amor de Dios. Prometamos vivir como una nueva creación, inundados del amor, la vitalidad y la libertad que sólo Cristo puede dar. Prometamos mirar a los que viven en pecado no como enemigos del Evangelio, sino como hermanos y hermanas que necesitan del amor de Cristo para volver a encontrar el camino de la verdad.
De esta manera, les ruego en Cristo que se dejen reconciliar con Dios. Y les ruego en Cristo: compartan esta Buena Nueva a un mundo herido y desgarrado, para que puedan reconciliarse con Dios.
Amen.